Tesla y el cambio de era
El vehículo eléctrico ya está transformando el mundo.
Desde su creación, en el 2003, Tesla Motors no ha parado de diseñar y producir vehículos eléctricos. Ya han copado una parte importante del mercado con sus modelos para transporte liviano. Ahora lanza la noticia de que a partir del 2019 ingresa al mercado de vehículos para transporte de carga liviana y pesada. Lanza la primera pick up y, junto a ella, el primer Semi Truck 100% eléctricos con una autonomía de 800 km.
Veremos entonces camionetas y camiones de carga por nuestras carreteras y pistas, movidas por motores eléctricos. ¿Y el consumo de petróleo? ¿Qué pasará con ello? Pues, todo indica un requiem a los combustibles fósiles. Por lo menos al petróleo, aunque tal vez, aun no, al gas.
Es por ello que UPS ya reservó 125 Semi Trucks, mientras que PEPSICO ha ordenado 100 más. Wallmart probará con 15 camiones entre su flota local en EEUU y la división europea de DHL ha pedido 10 camiones. Se dice también que existe una empresa noruega de reparto de comidas que en solo un mes ya ha reservado 500 camiones.
Lo que va a cambiar el mercado de vehículos y el de combustibles fósiles. Así es. La más grande consecuencia del uso generalizado del vehículo eléctrico impactará en el mercado del petróleo. Se sabe que actualmente el 50% del consumo de petróleo del mundo va destinado a crear combustibles para los vehículos. La conclusión es sencilla, si sustituimos vehículos de combustibles por vehículos eléctricos esa parte del consumo desaparece.
Por otro lado, el tema de la generación de electricidad no depende del petróleo, exclusivamente. Por ejemplo, entre hidroeléctricas, plantas nucleares, plantas eólicas y otras alternativas hay un gran porcentaje de capacidad de generación que prescinde del petróleo.
Lo que va cambiar el mundo con ello. Habrá, entonces, una reconfiguración geopolítica más que interesante. De la mano con los nuevos materiales, las nuevas tecnologías, la robótica y la economía colaborativa, estamos viendo una nueva era germinando. Y la vamos a ver desarrollarse. A prepararse para que no nos encuentre, nuevamente, sin planes, para aprovecharla mejor y que despeguen nuestros países. Más aún, si materiales como el cobre van a ser demandados con mayor necesidad.